Aquí puedes encontrar los principales ámbitos de intervención de la figura del/a educador/a social. He realizado el esquema con mindomo una herramienta muy útil para realizar mapas conceptuales de forma rápida, intuitiva y sencilla, además de contar con la IA por si no quieres realizarlo tu mismo/a.
COMENATRIO REFLEXIVO:
En el mapa conceptual que he realizado se pueden apreciar diferentes ámbitos/ colectivos donde pueden intervenir los educadores y las educadoras sociales en su trabajo. No creas que solo hay esos seis, existen muchos otros más ya que esta figura es necesario en todos los aspectos de nuestra vida para mejorarla. Buscamos una sociedad justa e igualitaria, con las mismas oportunidades y con las necesidades cubiertas.
Comencemos con las personas mayores, los/as educadores/as sociales son un puente entre generaciones y brinda compañía, fomenta la inclusión y el respeto hacia estas personas, las que dedicaron su vida a construir el mundo en el que vivimos y disfrutamos ahora. A través de talleres y actividades dinámicas, programas de apoyo emocional y el fomento del ocio, se puede lograr que nuestros mayores se sientan valorados y parte de la sociedad.
A continuación encontramos a los menores y jóvenes en riesgo, los cuales se enfrentan a una serie de desafíos que amenazan su bienestar y desarrollo. Puede ser desde problemas familiares hasta dificultades académicas, adicciones o de comportamiento. Para solucionar esto, interviene el/la educador/a social ofreciendo su apoyo, un oído dispuesto a escuchar y como un/a guía que les muestra un camino alternativo. Se diseñan programas, actividades, asesoramiento personalizados, en general, se proporciona un espacio seguro donde ellos y ellas crezcan en un ambiente sano.
Seguidamente, las personas con diversidad funcional cuentan con una serie de necesidades y el/la educador/a social puede ofrecerles las herramientas necesarias para promover la autonomía personal y la participación activa en la comunidad, ¿cómo? A través de proyectos de habilidades sociales, redes de apoyo, socialización, talleres, actividades adaptadas... con el fin de que potencien su autoestima y construyan una vida significativa en la que sus capacidades sean reconocidas y valoradas.
Las personas migrantes y refugiadas , así como las familias en situación de vulnerabilidad como he mencionado en el mapa conceptual, a menudo enfrentan barreras adicionales para integrarse en la sociedad. Llegar a un nuevo país, la falta de recursos o el recuerdo de vivencias y situaciones traumáticas puede llegar a afectar a las personas gravemente. Pero de nuevo, la figura del/a educador/a social es imprescindible para apoyarlos proporcionando orientación, apoyo emocional y conexiones con la comunidad. Se puede conseguir a través de programas de acogida, clases de idiomas, asistencia y búsqueda de empleo, entre otros, con el objetivo de encontrar la estabilidad y la independencia.
Finalmente, las personas en riesgo de exclusión social puede ser cualquier persona que se encuentre en una situación de las anteriores explicada, puesto que son vulnerables y cuentan con dificultades para integrarse e incluirse en la sociedad. Sin embargo, se entienden mas a menudo a estas personas como personas sin hogar, adictas o sin recursos socioeconómicos. Frecuentemente, estas personas se encuentran atrapadas en un ciclo de desesperanza y marginalización. A través de programas de rehabilitación, defensa de los derechos sociales, el/a educador/a social trabaja con estas personas en busca de una estabilidad emocional y social.
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